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    Bioinsecticida viral. Los bioinsecticidas se engloban dentro del control biológico de plagasstyle="background-color: #f7f7f7; color: #161813; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 16px; line-height: 24px; text-align: justify;"> y sunaturaleza puede ser diversa, entre los que destacan cinco grupos principales: Las bacterias, los virus, los nemátodos, los protozoarios y los hongos. Sin duda alguna las bacterias son los bioinsecticidas microbianos más utilizados en el mundo y constituyen la base de la mayoría de los bioinsecticidas que existen en la actualidad.
    Hasta el momento más de 30 genomas de Baculovirus se han secuenciado completamente, dos de Entomopoxvirus, dos de Iridovirus y tres de Ascoviruses. En el caso de los Cypovirus, aún no se ha secuenciado ningún genoma completamente y solo se han secuenciado algunos de los fragmentos de RNA más pequeños.

    Clasificación

    Clasificar a los virus entomopatógenos no es una tarea fácil. Para ello se emplean criterios similares a los utilizados en la clasificación de otros virus (plantas, animales, microorganismos). Como cualquier otro virus, los virus entomopatógenos se clasifican y se ubican taxonómicamente por parte del Comité Internacional de Taxonomía Viral. Para realizar esta clasificación, se utilizan parámetros como la naturaleza del material genético, el tamaño del mismo, la morfología de la partícula viral o virión, la presencia o ausencia de una envoltura viral, el tamaño del virión y la presencia o ausencia de un CO.
    Los virus entomopatógenos se clasifican de acuerdo al insecto del que se aislaron y la nomenclatura que normalmente se emplea para denominar a un virus entomopatógeno, consiste en utilizar las dos primeras siglas del género del insecto huésped, seguidas de las dos primeras siglas de la especie de dicho insecto y finalmente, las siglas del grupo de virus del que se trate. De esta forma se utilizan las siglas NPV, para los nucleopoliedrovirus; GV para los granulovirus; EPV para los entomopoxvirus; IV para los iridovirus y CPV para los virus de poliedrosis citoplásmica o cypovirus.
    La variedad de virus entomopatógenos es amplia, pero los virus con mayor potencial para utilizarse como bioinsecticidas, son sin duda los baculovirus. A continuación se describen las principales características de los virus entomopatógenos más estudiados en la actualidad.

    Baculovirus

    Los baculovirus contienen DNA de doble cadena que varía de 80 a 130 kb y una partícula viral con forma de bastón. Los viriones se ocluyen en CO´s que se conocen como poliedros. Dentro de esta familia se han reconocido básicamente a dos géneros:
    1. Nucleopolyhedrovirus, a los cuales se les conoce comúnmente como nucleopoliedrovirus (NPV).
    2. Granulovirus, conocidos como los granulovirus (GV).
    Dentro de los NPV existen dos subgrupos: los nucleopoliedrovirus simples (SNPVS), los cuales poseen una nucleocápside por envoltura viral y los nucleopoliedrovirus múltiples (MNPV) los cuales pueden tener más de una nucleocápside por envoltura. La especie tipo para los primeros es el virus de B. mori, mientras que para los segundos es el MNPV de Autographa californica (Lepidoptera: Noctuidae) (AcMNPV).
    Dichos virus se replican únicamente en el núcleo de las células infectadas y sus CO´s miden entre 1 y 15 µm de diámetro. Los GV son baculovirus cuyo poliedro tiene una forma granular y poseen únicamente una nucleocápside por envoltura viral y a su vez un solo virión por gránulo. Son mucho mas pequeños que los NPV (rango de 0.2 a 0.5 µm). La especie tipo es el GV aislado de la palomilla de la manzana Cydia pomonella (Lepidoptera: Tortricidae).
    El último grupo es motivo de controversia, ya que originalmente se le clasificó como un baculovirus, dentro de los virus no ocluidos (VNO), pero en los últimos reportes del ICTV, se le ubicó dentro de los virus no clasificados, pertenecientes al grupo de los los Nudivirus (Fauquet et al. 2005). La característica principal de este grupo es que las nucleocápsides no se encuentran ocluidas en una matriz de proteína y su replicación se ha observado principalmente en el núcleo de la célula huésped.
    La especie tipo la constituye el VNO del escarabajo de la palma, Oryctes rhynoceros. Se han reportado cerca de 600 aislamientos de baculovirus de diferentes insectos, pero el ICTV solamente reconoce a 30 especies de baculovirus como tales.

    Entomopoxvirus o poxvirus

    La familia Poxviridae presenta virus con forma de ladrillo o tabique, DNA de doble cadena con un peso molecular 270 a 320 kb. Estos se replican exclusivamente en el citoplasma de las células infectadas y poseen una o más partículas virales ocluidas dentro de un CO de forma ovoidal, al cual se le denomina esferoide
    Estas partículas virales pueden llegar a medir hasta 400 nm de longitud y presentar un grosor de 250 nm. A su vez, la forma de la partícula viral puede variar de acuerdo al insecto que ataquen, desde una forma allantoidal hasta una forma cuadrada. Los entomopoxvirus se han aislado a partir de 27 especies de insectos dentro de los Órdenes Orthoptera, Lepidoptera, Diptera y Coleoptera. Se les conoce comúnmente con el nombre de entomopoxvirus o poxvirus.
    La subfamilia Entomopoxvirinae comprende tres grupos: El grupo A que infecta a coleópteros (especie tipo, el virus de Melolontha melolontha); el grupo B, que infecta lepidópteros y coleópteros, cuya especie tipo es el virus aislado de Amsacta moorei y.por último, el grupo C que solamente infecta a dípteros y su especie tipo es el virus de Chironomus luridus. Se propone tentativamente a un cuarto género D, representado por virus que infectan himenópteros.

    Cypovirus

    Los miembros de la familia Reoviridae que atacan insectos, son conocidos comúnmente como virus de la poliedrosis citoplásmica o cypovirus (CPV), debido a que presentan un CO de forma isométrica, semejando a los poliedros de baculovirus, aunque son de tamaño más grande y llegan a medir hasta 10 µ. Dentro de los CO, existen numerosos viriones icosaédricos con 12 proyecciones laterales.
    Estos virus se replican principalmente en el citoplasma de la célula huésped y poseen RNA segmentado de doble cadena, el cual puede medir entre 19 y 32 kb. El número de segmentos del genoma varía de entre 10 y 12 segmentos de diferente tamaño, según de la especie de que se trate. El ICTV reconoce solamente 70 especies de CPV aislados de lepidópteros y un solo género denominado Cypovirus, cuya especie tipo es el CPV de B. mori. No obstante, existen reportes de más de 200 aislados de CPV de lepidópteros y 20 de dípteros.

    Iridovirus

    Los miembros de esta familia presentan una partícula viral de forma icosaédrica, no están envueltos y no poseen CO. La característica más distintiva de estos virus es que presentan una iridiscencia que varía de color según la especie de virus. Estos virus poseen DNA linear de doble cadena con un peso molecular que varía de 140 a 383 kb.
    Dentro de los insectos, se han encontrado solamente dos géneros de la familia Iridoviridae: los Iridovirus, los cuales son virus pequeños con un rango de 120 a 130 nm, cuya especie tipo es el virus aislado del barrenador del tallo del arroz Chilo suppressalis; y los Chloriridovirus, que poseen un mayor tamaño (180 nm) y su especie tipo es el virus aislado del mosquito Aedes taeniorhynchus. El ICTV reconoce solamente a 20 especies de iridovirus, pero los reportes mencionan aislamientos en 28 especies de dípteros, 12 de lepidópteros y cuatro de coleópteros.

    Ascovirus

    Los ascovirus son miembros de la familia Ascoviridae la cual incluye solamente a virus aislados de insectos, específicamente de lepidópteros. Estos virus poseen un CO con forma de saco o vesícula, el cual ocluye viriones allantoidales. Poseen DNA de doble cadena el cual oscila en peso molecular, de 100 a 180 kb. Éstos se han aislado únicamente de ocho especies de lepidópteros noctuidos.

    Polydnavirus

    Los polydnavirus son una familia de virus entomopatógenos que se caracterizan por infectar solamente a himenópteros endoparasitoides. Presentan viriones ovoides no ocluidos y su material genético es un DNA de doble cadena multipartita con un tamaño total que varía de 75 a 200 kb. Se reconocen solamente a dos géneros: los Ichnovirus cuya especie tipo es el poydnavirus aislado de Campoletis sonorensis y los Bracovirus cuya especie tipo es el polydnavirus aislado de Cotesia melanocella.

    Modo de acción

    Normalmente las infecciones causadas por virus en los insectos, se obtienen cuando éstos ingieren alimento contaminado con el virus. No obstante, también existen otras rutas alternas de infección, como son la contaminación de la superficie del huevo, contaminación dentro del huevo y la infección por medio de parasitoides.
    En los baculovirus, una vez que el virus entra al insecto, éste llega primeramente al lumen del intestino medio. Dentro de éste, debido al alto pH de los jugos intestinales (de 9.5 a 11.5) y posiblemente a la acción de algunas enzimas hidrolíticas, se degradan los CO’s y se liberan los viriones envueltos; en los baculovirus, éstos se fusionan a las microvellosidades de las células epiteliales y posteriormente las nucleocápsides desnudas se dirigen hacia al núcleo celular, en el cual se replica el virus.
    En las infecciones causadas por los entomopoxvirus, existe una degradación del CO similar a la de los baculovirus y los viriones penetran a la célula huésped vía una fagocitosis y solamente dentro de ésta, se desnuda la nucleocápside y el proceso de replicación viral tiene lugar en el citoplasma de dicha célula. Para los CPV, los CO´s también se degradan en el intestino medio y liberan a los viriones los cuales se fusionan a las microvellosidades de las células epiteliales del intestino medio, pero a diferencia de los baculovirus, la replicación ocurre únicamente en el citoplasma celular.
    Por otro lado, los iridovirus entran a las células por pinocitosis y se transportan como lisosomas dentro de éstas, para posteriormente replicarse en el citoplasma de las mismas. Los ascovirus se replican mediante un particular mecanismo, en donde las células susceptibles se desintegran para dar lugar a numerosas vesículas o sacos que contienen a los viriones allantoidales, los cuales se distribuyen a los tejidos secundarios, vía la hemolinfa. Finalmente, en las infecciones causadas por los polydnavirus, se sabe que estos son transmitidos verticalmente como provirus, integrados dentro del genoma de las avispas parasitoides.
    Aunado a ello, de acuerdo al género que se trate pueden salir de las células infectadas por lisis celular (Bracovirus) o bien por gemación (Ichnovirus).

    Producción y formulación

    Tradicionalmente, para la multiplicación masiva de los virus entomopatógenos, se utilizan dos metodologías básicas: (1) La reproducción en los individuos susceptibles (in larva); y (2) en cultivos in vitro de líneas celulares de insectos. El uso de insectos susceptibles, es sin duda el sistema más utilizado, ya que hasta el momento, ha resultado ser el medio de producción más económico; no obstante, dicho sistema involucra una labor intensiva debido a que se requiere manipular grandes cantidades de insectos vivos, bajo condiciones de insectario.
    Asimismo, se deben de optimizar una serie de factores como: El insecto huésped, las condiciones ambientales de su crecimiento, el inóculo viral y los métodos de producción utilizados. Sin duda, el insecto empleado es uno de los factores más importantes, ya que su origen, sea colectado en el campo o establecido en una colonia de insectario, determinará la calidad del producto viral obtenido.
    Por otro lado, la biología y hábitos alimenticios del mismo, son fundamentales para conocer el estadio de desarrollo más susceptible para la infección, así como el método de aplicación más viable del inóculo viral en la fuente de alimentación. Por otro lado, la composición de la dieta alimenticia, participa activamente en el costo de producción de los productos virales formulados. Estas pueden ser naturales o artificiales. La primera tiene la ventaja de que el insecto se puede mantener en las mismas plantas de las que se alimenta de manera natural.
    Sin embargo, la gran ventaja de las segundas, es la facilidad del mantenimiento de grandes poblaciones de insectos bajo condiciones de insectario totalmente controladas. Finalmente, para la producción in larva, el inóculo viral constituye un factor importante debido a que la pureza, la actividad biológica, y la dosis empleada del virus de interés, serán determinantes en la obtención y calidad del producto final.

    Estrategias de uso y aplicación de virus

    Existen diversas estrategias para utilizar los bioinsecticidas virales en campo. La estrategia más adecuada dependerá del tipo de plaga que se desea controlar, sus hábitos alimenticios, su comportamiento y el nivel y tipo de daño que ésta ocasiona en el hábitat donde constituye un problema. Por otro lado, los objetivos que se desean alcanzar al aplicar un bioinsecticida viral, representan otro requisito a considerar para decidir la estrategia de aplicación del producto viral.
    Dentro de estos objetivos podemos encontrar aquellos que van desde la protección de la planta (rendimiento o cosmético), hasta la reducción o eliminación del insecto plaga. Una de las estrategias más empleada es la introducción del virus al medio donde se desarrolla la plaga. Esta puede ser accidental o inducida, con el fin de producir epizootias artificiales que disminuyan la densidad de la plaga. Algunos casos exitosos utilizando esta estrategia, han sido, el control de H. zea con Elcar, L. dispar con Gypchek, O. pseudotsugata con TM-Biocontrol-1 y N. sertifer con Neochek-S. Otra estrategia empleada con virus, es la colonización a largo plazo.
    Esta puede obtenerse después de la introducción del entomopatógeno y este último a su vez, puede establecerse gradualmente en el medio ambiente de la plaga y controlar el incremento de su población. Un ejemplo útil de este sistema, lo constituyen los baculovirus del escarabajo O. rhinoceros. Otra estrategia para utilizar a los virus en el campo, es el aumento de una población de virus ya existente en el medio de la plaga. Esta puede aplicarse en aquellos sistemas en donde el virus se presenta naturalmente o ya haya sido introducido. Mediante aplicaciones tempranas, antes que la población plaga se incremente, el aumento del inóculo viral puede ser exitoso.
    Este sistema es útil en los sistemas forestales, donde en el suelo, puede persistir el producto viral resultante de una aplicación anterior. Finalmente, la estrategia de utilizar a los virus entomopatógenos, dentro de programas de manejo integrado de plagas también podría ser de gran utilidad. En estos casos, se requiere tener un conocimiento detallado de la biología y comportamiento del insecto plaga, con el fin de saber cual es la etapa más propicia para la aplicación del virus y la alternancia con la aplicación de otros medios de control, como insecticidas químicos, otros insecticidas microbianos y parasitoides.

    Fuentes

    • Ibarra, J. E. y L. Aguilar 1993. Pruebas de dos virus de la poliedrosis nuclear, para el control del falso medidor de la col, Trichoplusia ni, en brócoli, pp. 98-103. En: J. Leyva y J. Ibarra (ed.), Memorias del XV Congreso Nacional de Control Biológico. Sociedad Mexicana de Control Biológico, Cuautitlán, Edo. de México.
    • Williams, T. y J. Cisneros. 2001. Formulación y aplicación de los baculovirus bioinsecticidas. En: Primitivo Caballero, Miguel López-Ferber y Trevor Williams (Eds.). Los baculovirus y sus aplicaciones como bioinsecticidas en el control biológico de plagas. PHYTOMA-Universidad Pública de Navarra. España. pp. 313-372.
    • Artículo baculovirus Disponible en "www.agrobiologicossafer.com" Consultado: 28 de noviembre de 2011



    fuente: http://www.ecured.cu/Bioinsecticida_viral