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    El uso de insecticidas orgánicos desarrollado desde la mitad de este siglo ha llegado a poner en riesgo contrastado la salud humana y ha sido una causa sustancial del deterioro ambiental. Consecuentemente, ha habido un creciente interés en el desarrollo de estrategias alternativas para el control de las plagas.
    Uno de los logros en este sentido ha sido el tratamiento de las plagas de modo integrado mediante el empleo de bacilos, entenderemos éstos como bacterias, que tienen la capacidad de controlar y erradicar insectos en sus diferentes fases de crecimiento.

    Imagen microscópica de bacilos, bacterias

    De entre todos ellos destaca el conocido como Bacillus thuringiensis (en adelante Bt), su nombre proviene de la ciudad de Thuringe en Alemania donde éste fue aislado por primera vez, actualmente es uno de los insecticidas para el control integrado de plagas más empleados. Bt es un es una bacteria gram-positiva que tiene un carácter entomopatógeno.

    Sección de Bt, en el final de su esporulación. Se aprecia en negro su espora, y en forma piramidal el cristal proteico con propiedades insecticidas.

    Su actividad se centra en la toxicidad de los cristales paraesporales que la bacteria, durante la fase de esporulación, produce. Estos cristales una vez solubilizados al ser ingeridos por la alimentación de los animales en su  tienen una composición proteica, lo que se viene a denominar como protoxinas (Bt genera un tipo denominado como CRY que también se conocen como  δ-endotoxinas).

    Cristales protéicos

    Estos cristales paraesporales de la mayoría de las cepas de B. thuringiensis contienen entre tres y cinco δ-endotoxinas, cada una de las cuales actúa en función de su especificidad y su combinación relativa, lo que proporciona un poder insecticida complejo, tanto como el número de proteínas tóxicas que se han identificado de esta bacteria, alcanzando la cifra de 300, por lo que se trata de un recurso natural muy importante para el control de las plagas y más en concreto para su uso en nuestro cultivo cannábico.
    Como veníamos diciendo el modo de actuación insecticida, se basa en la ingesta por parte del insecto de los cristales paraesporales, estos una vez disueltos en su tracto digestivo, dan paso a una serie de endotoxinas proteicas que son las que ejercen su actividad desde el interior del sistema digestivo del insecto. Estas proteínas son activadas por unas enzimas del sistema digestivo que se denominan proteasas, que activan las toxinas y estas a su vez interactúan con el epitelio intestinal causando una disrupción en la integridad de la membrana del intestino que aboca al insecto a la muerte.

    Acción de los cristales de Bt.

    Cada insecto contiene en su sistema digestivo un juego de receptores específicos o proteasas, así cada cepa de Bt genera unos juegos de proteínas tóxicas específicos, de este modo hay una fuerte especificidad entre cepa de Bt y insecto objetivo, y en este sentido se está desarrollando la investigación en control biológico con Bt, tanto que se ha descubierto su acción no sólo sobre insectos, sino también sobre hongos patógenos entre otros.
     Para que las tóxinas actúen por tanto deben ser ingeridas por los insectos, normalmente en fase larvaria, que suelen ser las formas que se alimentan de tejido verde. Un factor a tener en cuenta en la eficiencia de estas tóxinas, es la necesidad de activación, dentro de un medio con Ph alcalino, condición que se cumple en el tracto digestivo de las larvas de insecto. El mecanismo de acción es muy rápido, en torno a las dos horas y sus efectos son apreciables ya a los dos días de su aplicación, se produce una hemorragia interna generalizada en todo el insecto, pierde capacidad de sintetizar alimento, se paraliza su capacidad de alimentación con la inactivación del sistema de mandíbulas y el insecto muere irremediablemente. Se aprecia una destrucción de los tejidos externos, las larvas se arrugan y caen de las hojas o flores.

    Vista de Spodoptera exigua

    El uso del Bt tiene una gran utilidad para el combate de las orugas en nuestros cultivos, todo el mundo conocerá lo voraces que son las orugas verdes (Spodoptera exigua Spodoptera litoralis)  que aparecen en los meses de verano, los estragos que producen y como pueden destrozar toda una cosecha cuando atacan los cogollos por dentro, puesto que una cosa conduce a la otra, y la Botritis no tarda en aparecer haciendo inviable la cosecha.

    Cogollo afecto por Botritis tras ataque de la oruga.

    Cuando la oruga madura busca un lugar sombreado (normalmente en el envés de las hojas sombreadas o en el suelo, y se transforma en crisálida)  formando un capullo y se transforman (metamorfosis) en adultas es decir en mariposas. En estado adulto no atacan a las plantas. Al llegar el otoño, realizan la puesta que sobrevivirá hasta que llegue la primavera para seguir con su ciclo vital y perdurar a su especie. Es por tanto en estos meses cuando debemos empezar a controlar la eclosión de los huevos de estas orugas y si es así realizar tratamientos tempranos, puesto que son los más eficaces.

    Puesta de Spodoptera

    La bacteria en concreto la podéis encontrar en nuestra tienda on-line, bien en polvo para que realicéis la preparación vosotros mismos o bien ya en preparados en formato suspensión líquida. Se debe aplicar como hasta que falten cerca de veinte días para la cosecha. Es conveniente hacer un segundo tratamiento 7 días después de haber realizado el primero. No obstante sigue las instrucciones del producto.  Como la mayoría de preparados permitidos en agricultura ecológica es altamente biodegradable por lo que se suele acompañar de un mojante que facilita su impregnación.
     CONSEJOS:
    –          Bt funciona muy bien para la erradicación de orugas, larvas y gusanos, fundamentalmente de lepidópteros, actuando también, sobre minadores. Podemos decir que su efecto  es larvicida.
    –          La cepa Bt kurstaki es activa contra lepidópteros y al contrario que la mayoría de los insecticidas, no tiene un amplio espectro de actividad de manera que no mata insectos beneficiosos como insectos predadores o polinizadores. Es la más útil en cannabicultura.
    –          La potencia de acción de Bt se mide en % o U.I/gr. Así lo solemos encontrar al 16-32% que viene a ser 16-32 millones de U.I por gramo de producto.
    –          Larvas jóvenes se ven más rápidamente afectas, puesto que la cantidad de endotoxinas que precisan para romper sus sistemas digestivos es menor.
    –          Las fases adultas del insecto y los huevos no se ven afectas por la actividad de la bacteria, por lo que deberemos conocer el ciclo vital de la especie a erradicar y completar el tratamiento en la duración de ese ciclo.
    –          Las tóxinas de Bt no son fitotóxicas y no son perjudiciales para animales o para el humano, no obstante, hay casos de reacciones alérgicas leves tras su tratamiento, esto deberemos tenerlo en cuenta.
    –          Debes almacenar el Bt dentro de los márgenes establecidos de conservación puesto que la toxina de Bt es extremadamente perecedera. Debe almacenarse en lugar fresco y seco; temperaturas superiores a 30 ºC y humedades altas disminuyen su actividad: es aconsejable almacenar a menos de 25 ºC.
    –          Se puede incrementar el provecho del producto mediante la aplicación de inhibidores de los rayos UV y con la aplicación de estimuladores del apetito.
    –          La actividad del Bt no es preventiva, sino es de combate y erradicación una vez localizada la plaga en nuestro cultivo.

    fuente: http://www.elbruixot.com/semillasdemaria/control-de-plagas-bacillus-thuringiensis/