Índice

    -

    Patógeno:
    Cercospora beticola

    Síntomas: 
    Manchas pequeñas y relativamente redondas (2-3 mm), con el centro gris claro y el borde café rojizo. En un ataque fuerte las manchas convergen, secándose parte importante de la hoja. Las hojas adultas se marchitan y las hojas nuevas permanecen verdes y menos afectadas. En los pecíolos aparecen manchas similares a las de las hojas, pero con forma elíptica.
    Bajo la lupa se observa en algunas manchas un micelio gris con puntos negros (conidióforos). Inicialmente sólo se observan los síntomas en algunas hojas, sin embargo la enfermedad puede extenderse a todo el cultivo, propagándose por lluvia, riego por aspersión o viento.

    Biología del patógeno: 
    El hongo permanece fundamentalmente en residuos de cultivos anteriores, así como en semillas y malezas como el bledo y la quinguilla. Es por ello que puede haber gran potencial de infección en una rotación de cultivos corta. Los síntomas aparecen después de cinco días con condiciones de alta humedad y calor (humedad relativa mínima de 90-96% y temperaturas entre 23 y 27ºC).

    Factores de riesgo: 
    El momento de mayor riesgo de aparición de la enfermedad es cuando se cierra la entre hilera (cambia el microclima de la canopia). Otros factores de riesgo son: rotación corta y uso de riego por aspersión.
    Relevancia económica: 
    Cercospora es una enfermedad importante en áreas húmedas y cálidas o en zonas cálidas cuando se utiliza riego por aspersión.

    Control:
    Una buena eliminación de los residuos del cultivo y una rotación mínima de tres años son fundamentales para evitar la presencia de la enfermedad. Cuando ésta se presenta, se pueden aplicar fungicidas de contacto y compuestos cúpricos, además de productos sistémicos del grupo de los Benzimisazoles.
    Una forma de control indirecto es la utilización de variedades de buena sanidad foliar.

    -

    -
    -
    -