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    LA ESTRATEGIA MIC
    En los últimos años ha evolucionado un concepto llamado Manejo Integrado de Cultivos, o simplemente MIC. 
    Se trata de una estrategia multidisciplinaria que busca en primer lugar aplicar las técnicas, métodos y recursos agroecológicos disponibles para fortalecer la salud de las plantas cultivadas (desde el punto de vista fisiológico y nutricional) y que éstas se puedan defender de manera natural de sus parásitos a través de los mecanismos de resistencia o tolerancia que les dotó la Naturaleza. 


    Adicionalmente integra la evaluación de riesgos, la prevención y la detección oportuna (monitoreo); el MIC estimula la diversidad biológica en los sistemas agrícolas para que los parásitos del cultivo sean regulados naturalmente por sus enemigos naturales. La estrategia se complementa mediante medidas de control cultural, genético y etológico, las cuales en conjunto tratan de mantener las poblaciones de los fitoparásitos en niveles que no ocasionen daños significativos en el rendimiento y/o la calidad de la cosecha. El uso del control químico, aunque está permitido, sigue siendo la última opción y sólo para casos en los que no hay alternativa.

    Muchas de las herramientas empleadas en el MIC descansan en la teoría de la “Trofobiosis”, según la cual cualquier forma viviente sobrevive y prospera favorablemente en donde hay alimento favorable para ella; lo contrario sucede cuando no hay el alimento disponible para ese ser vivo. La estrategia del MIC está sustentada de hecho en los siguientes 6 (seis) componentes básicos:
    1. Sólo en un suelo sano crece un cultivo sano 
    2. Un cultivo en equilibrio es capaz de defenderse mejor de sus parásitos
    3. Cada parásito tiene uno o más mecanismos naturales que regulan sus poblaciones
    4. Es posible prevenir la incidencia de los principales parásitos de un cultivo
    5. Es más fácil regular un parásito cuando se detecta en sus etapas tempranas 
    6. Los parásitos con origen en el suelo requieren medidas regulatorias cuya acción llevará más de un ciclo de cultivo


    1. CULTIVO SANO EN SUELO SANO
    La estrategia MIC descansa en un plan de trabajo que inicia con revisar y mejorar las características del suelo, pues sólo así se obtienen cultivos sanos. El suelo debe tener contenidos aceptables de materia orgánica, una diversidad de vida microbiológica y minerales esenciales en cantidades suficientes para el desarrollo de las plantas cultivadas. La adición de enmiendas orgánicas, la inoculación de microorganismos benéficos y la remineralización de los suelos pueden ser las primeras acciones a tomar en un plan de trabajo MIC.

    2. CULTIVO EN EQUILIBRIO
    Las plantas en equilibrio nutricional y fisiológico son capaces de activar los mecanismos físicos y bioquímicos que la Naturaleza les dio para defenderse de sus parásitos (plagas, enfermedades y plantas arvenses). Algunos de estos mecanismos le permitirán impedir la infección de un patógeno, o de ralentizar su desarrollo minimizando su severidad; otros pueden inhibir la capacidad alimenticia de un insecto fitófago, o disuadirlo para que se aleje a alimentarse a otro sitio. Por el contrario, las plantas desequilibradas tienen altas concentraciones de azúcares simples y aminoácidos libres que estimulan la alimentación de sus parásitos potenciando sus tasas de multiplicación y convirtiéndolos en verdaderas pesadillas para el productor. Dar un manejo adecuado y mantener el equilibrio nutricional del cultivo es otra de las prioridades del MIC.

    3. FACTORES DE REGULACIÓN NATURAL 
    Todos los seres vivos estamos sujetos a mecanismos de regulación natural que impiden que una especie se vuelva altamente dominante sobre las demás y se pierda el equilibrio necesario para la autorregulación de los ecosistemas. Con frecuencia los seres vivos tienen depredadores y/o parásitos que regulan sus poblaciones. En otros casos la ausencia o escasez de alimento puede ser el factor de regulación. Y en otros más los factores ambientales como altas o bajas temperaturas, exceso o deficiencia de humedad, etc. El control cultural, el físico y el biológico se pueden optimizar para promover la regulación natural de los parásitos del cultivo, por eso forman parte del MIC.

    4. MEDIDAS PREVENTIVAS 
    Una de las características del MIC es que los problemas se manejan desde la prevención; de modo que una vez definido cuáles son los parásitos del cultivo que potencialmente pueden causar mayor daño en los rendimientos y/o la calidad de la cosecha, se toman medidas preventivas para disminuir su incidencia en el cultivo a establecer. La prevención se enfoca en reducir el potencial de inóculo de los parásitos más importantes, y modificar el ambiente/manejo del cultivo para crear condiciones poco favorables para ellos.

    5. DETECCIÓN OPORTUNA 
    Todos los parásitos llegan a un cultivo susceptible cuando las condiciones ambientales son favorables y las plantas se encuentran en la o las etapas fenológicas favorables para su desarrollo. En el caso de las plagas es factible detectar los adultos, huevecillos y ninfas/larvas en sus primeros ínstares y emplear herramientas biorracionales (biológicos, botánicos, minerales) con muchas posibilidades de regular exitosamente su incidencia inicial y evitar que se conviertan en un problema serio. En el caso de las plantas arvenses se pueden detectar las plántulas recién emergidas y aplicar formas de manejo amigables con el ambiente. Por eso el MIC contempla un calendario riguroso de monitoreo fitosanitario del cultivo para detectar los problemas en su etapa inicial. Así mismo se incluye el umbral de acción y las medidas correctivas que se tomarán con cada parásito en particular.

    6. CONTROL A MEDIANO PLAZO 
    Los problemas fitosanitarios más recurrentes en las fincas agrícolas son causados por parásitos que viven o invaden el suelo: bacterias y hongos vasculares causantes de marchitamientos o pudriciones; nematodos fitopatógenos que dañan el sistema radical de las plantas. Regularmente este tipo de parásitos van incrementando sus poblaciones a lo largo de varias temporadas; al principio pasan inadvertidos, posteriormente se aprecian en manchones o franjas, y luego de algunos años pueden llegar a invadir todo un predio de cultivo. Estos parásitos no pueden ser regulados con acciones que se toman en una sola temporada de cultivo, sino que requieren dos o más ciclos con acciones sistemáticas para que sus poblaciones vuelvan a niveles en los que no ocasionen daños considerables.

    COMENTARIO FINAL 
    Al productor agrícola, la estrategia MIC lleva su finca al equilibrio agroecológico que permite obtener buenas cosechas con calidad superior a la que le exige cualquier mercado nacional o internacional. Es cierto que requiere más trabajo y capacitación para el personal técnico que aplicará esta estrategia en sus lotes; mucho trabajo y atención, pero sobre todo disciplina. Pero qué mejor recompensa que desarrollar buenas prácticas agrícolas (BPA) en sus cultivos, con una mayor certeza de que los resultados serán favorables. Una empresa que trabaja con la estrategia MIC seguramente no eliminará los problemas fitosanitarios, pero sí reducirá sus poblaciones y evitará sufrir pérdidas considerables por alguna plaga, enfermedad o planta arvense. Prevenir y supervisar; siempre será mejor garantía de éxito que sólo esperar a ver qué problemas graves se presentan para aplicar pesticidas altamente contaminantes. Para cualquiera que desee implementar esta estrategia en sus fincas, o capacitarse para aprender a usarla, estoy a sus órdenes.


    fuente: https://www.facebook.com/hablemosdemanejointegrado/posts/453249661782194

    Dr. José Alberto Quintero Benítez
    Cel. +52 1 (668) 136-0964